jueves, 15 de mayo de 2008

Mi compa del laburo


Ayer a la noche fue uno de esos momentos que uno jamas espera que realmente sucederan. Yo lo tenia visto, mas que visto, durante varias horas al dia tengo que concentrarme en el trabajo y dejar de mirarlo. Está demasiado bueno, es demasiada tentación. "Así no se puede trabajar..." suelo repetirme.

Pero ayer fue un momento de esos realmente únicos. Abrí la puerta y ahí estaba. Mas desvestido que vestido, matandose a franela con uno que no estaba nada mal. Me quedé paralizado, ni siquiera pude pronunciar su nombre. Apenas pude articular un sonido que se escuchó parecido a "ehehehhhh!". Lo ví, lo reconocí al toque, él tambien me reconoció. Dejó de hacer lo que estaba haciendo sorprendido de mi irrupción. "Como estas?" puede decirle luego, me sonrió y me dijo "vamos arriba?" y así fue. Antes habiamos cruzado palabras, pero pocas y estrictas de nuestras ocupaciones correspondientes. Pero al tenerlo al lado en el sillón al costado de la piscina cada uno con un trago en la mano las palabras brotaron nitidas, fluidas, llenas de libido. Nos contamos de nuestras vidas, sobre como habiamos llegado ahí y la sopresa mutua de encontrarnos justo ahí. "No se te nota" "a vos tampoco" fueron mutuos cumplidos (pero sinceros).

Pero no aguanté, lo tenia guardado hace rato así que acaricié su rostro y le comí la boca. Lengua con lengua. Los minutos supongo que pasaron, pero nosotros no paramos de intercambiar fluidos salivales. Que labios!. Mi libido explotaba en mi cuerpo, la bata pedía a gritos caerse al piso. Me dijo "vamos a un lugar mas privado?" y así fue. Nos fuimos a un lugar mas comodo, mas intimo, donde pasamos un muy largo rato haciendo de todo. Todo. Todo. Todo. Todo. Todo. Todo. Todo. Todo.

Hoy me lo crucé temprano, nos saludamos, hablamos a la hora del almuerzo y me dijo "hay que repetirlo, te llamo a la noche". Y yo dije en silencio "hoy te mato mas que ayer".